martes, 1 de abril de 2014

Ciencia Forense

La ciencia forense nos proporciona los principios y técnicas que facilitan la investigación del delito criminal, en otras palabras: cualquier principio o técnica que puede ser aplicada para identificar, recuperar, reconstruir o  analizar la evidencia durante una investigación criminal forma parte de la ciencia forense. [ForIRT01]

Los principios científicos que hay detrás del procesamiento de una evidencia  son reconocidos y usados en procedimientos como:

• Recoger y examinar huellas dactilares y ADN.
• Recuperar documentos de un dispositivo dañado.
• Hacer una copia exacta de una evidencia digital.
• Generar una huella digital con un algoritmo hash MD5 o SHA1 de un texto para asegurar que este no se ha modificado.
• Firmar digitalmente un documento para poder afirmar que es auténtico y preservar la cadena de evidencias.

Un forense aporta su entrenamiento para ayudar a los investigadores a reconstruir el crimen y encontrar pistas. Aplicando un método científico analiza las evidencias disponibles, crea hipótesis sobre lo ocurrido para crear la evidencia y realiza pruebas, controles para confirmar o contradecir esas hipótesis. Esto puede llevar a una gran cantidad de posibilidades sobre lo que pudo ocurrir, esto es debido a que un forense no puede conocer el pasado, no puede saber qué ocurrió ya que sólo dispone de una información
limitada. Por esto, sólo puede presentar posibilidades basadas en la información limitada que posee.

Un principio fundamental en la ciencia forense, que usaremos continuamente para relacionar un criminal con el crimen que ha cometido, es el Principio de Intercambio o transferencia de Locard, (Edmond Locard,
francés fundador del instituto de criminalistica de la universidad de Lion, podemos ver el esquema en la figura 1.


Figura 1: Principio de transferencia de Locard. 
Este principio fundamental viene a decir que cualquiera o cualquier objeto que entra en la escena del crimen deja un rastro en la escena o en la víctima y vice-versa (se lleva consigo), en otras palabras: “cada contacto 
deja un rastro”. En el mundo real significa que si piso la escena del crimen con toda seguridad dejaré algo mío ahí, pelo, sudor, huellas, etc. Pero también me llevaré algo conmigo cuando abandone la escena del crimen, ya sea barro, olor, una fibra, etc. Con algunas de estas evidencias, los forenses podrán demostrar que hay una posibilidad muy alta de que el criminal estuviera en la escena del crimen. 

En este ejemplo hemos hablado de evidencias físicas, en la ciencia forense tradicional hay varios tipos de evidencias físicas: 
Evidencia transitoria: como su nombre indica es temporal por naturaleza, por ejemplo un olor, la temperatura, o unas letras sobre la arena o nieve (un objeto blando o cambiante). 
Evidencia curso o patrón: producidas por contacto, por ejemplo la trayectoria de una bala, un patrón de rotura de un cristal, patrones de posicionamiento de muebles, etc. 
Evidencia condicional: causadas por una acción o un evento en la escena del crimen, por ejemplo la localización de una evidencia en relación con el cuerpo, una ventana abierta o cerrada, una radio 
encendida o apagada, dirección del humo, etc. 
Evidencia transferida: generalmente producidas por contacto entre personas, entre objetos o entre personas y objetos. Aquí descubrimos el concepto de relación. 
En la práctica las evidencias transferidas se dividen en dos tipos, conocidas como: 
• Transferencia por rastro: aquí entra la sangre, semen, pelo, etc. 
• Transferencia por huella: huellas de zapato, dactilares, etc. 
Aunque en la realidad, estas últimas suelen mezclarse, por ejemplo una huella de zapato sobre un charco de sangre. 
El principio de intercambio de Locard se puede resumir así: 
1. El sospechoso se llevará lejos algún rastro de la escena y de la víctima. 
2. La víctima retendrá restos del sospechoso y puede dejar rastros de si mismo en el sospechoso. 
3. El sospechoso dejará algún rastro en la escena. 
El objetivo es establecer una relación entre los diferentes componentes: 
• la escena del crimen 
• la víctima 
• la evidencia física 
• el sospechoso 
Para la correcta resolución del caso, todos estos componentes deben estar relacionados. Esto se conoce como el concepto de relación, que es lo que nos faltaba para completar el principio de intercambio de Locard. 

Las evidencias pueden, a su vez, ser transferidas de dos formas distintas: 
1. Transferencia directa: cuando es transferida desde su origen a otra persona u objeto de forma directa. 
2. Transferencia indirecta: cuando es transferida directamente a una localización y, de nuevo, es transferida a otro lugar. 

Importante resaltar que cualquier cosa y todo puede ser una evidencia. 
Brevemente, la ciencia forense facilita las herramientas, técnicas y métodos sistemáticos (pero científicos) que pueden ser usados para analizar una evidencia digital y usar dicha evidencia para reconstruir qué ocurrió durante la realización del crimen con el último propósito de relacionar al autor, a la víctima y la escena del crimen. 


Bibliografía


[ForIRT01] Antonio Javier García Martínez. (2001) LA FORMACIÓN DE UN IRT (Incident Response Team) FORENSE



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